Desaparición de menores: el estado que desvanece el futuro

Hacerse una idea exacta del panorama de las infancias desaparecidas en México es complicado, pues las autoridades tienen criterios distintos para registrar una desaparición, además de que no comenzaron el conteo en el mismo año. 

La FGR y la Comisión Nacional de Búsqueda, la cual alimenta el registro federal, tienen información de menores desaparecidos en Coahuila desde 2000, mientras que la Comisión de Búsqueda de Coahuila desde 1994, como puede observarse en la gráfica. 

Si bien la tabla refleja que las desapariciones de menores comienza a incrementar a partir de 2006 y alcanza su máximo pico entre 2010 y 2012 -período que coincide con el de la violencia derivada de la denominada guerra contra el narco emprendida por el expresidente Felipe Calderón- también muestra la enorme disparidad en las cifras en las comisiones nacional y estatal de búsqueda, así como en la Fiscalía General de la República. 

En 2010, por ejemplo, la Comisión Nacional de Búsqueda registró 566 casos, mientras que la Estatal 127 y la FGR 42. 

Las autoridades mexicanas no cuentan con herramientas efectivas para dimensionar el problema de las desapariciones de niñas, niños y adolescentes en el país.